Subgéneros  realistas o no realistas

 
   
 

Tragedia

 

Su nombre deriva del griego tragos: macho cabrío y ode: canto: canto del macho cabrio. Sus protagonistas siempre son reyes, nobles o héroes que enfrentan un conflicto con los dioses o las leyes humanas y  sucumben ante estas fuerzas superiores a ellos. Cuando el protagonista se enfrenta a ellas comete un error trágico que desencadena un desorden en el sistema regido por valores religiosos y leyes de convivencia social. Esta falta debe ser castigada. El héroe en su caída gana en altura interior, pues acepta el castigo y se enfrenta con valor a éste. El protagonista es virtuoso, pero posee un gran defecto la soberbia.

   
 

Su temática está basada en mitos o episodios históricos. En estos se muestra un sistema que va a ser reemplazado por otro, el protagonista representa, en la mayoría de los casos, los valores del orden que será superado por uno nuevo, por eso sus acciones se enmarcan en medio de guerras, pestes, terremotos, etc.  Un ejemplo es Antigona  de Sófocles que representa etapa de dominio de valores religiosos enfrentada con un nuevo orden donde predominaran intereses políticos y humanos.

   
 

La anécdota depende del tema y está organizada con el fin de sintetizar el marco histórico social en que se produce el choque de los sistemas enfrentados. El conflicto es tan complejo que sólo puede ser entendido bajo un enfoque universal o generalizador.

   
 

Su tono es el resultado del choque entre el carácter individual del protagonista y la visión universal, generalizadora, del momento histórico que enfoca. Sus elementos verbales y visuales representan sintéticamente principios de reflexión moral, social, histórica, etc. Puede calificarse como grave sombrío y solemne.

   
 

Busca despertar el terror y la compasión en el espectador lo que se conoce con el nombre de catarsis. El terror permite la identificación del espectador  ante la situación que enfrenta el protagonista y la compasión le permite juzgar su error.

   
 

Pieza:

 

En ella se pretende una síntesis menos universal de los problemas humanos, pues, representa un fragmento de la realidad cotidiana en el que se muestra una visión generalizadora de una clase social sintetizada mediante el protagonista que no se adapta a los cambios.  Muestra la agonía de un sistema que está en proceso de fenecer y las fuerzas que van a sustituir la clase hegemónica. Sus protagonistas son grises, inactivos, conservadores, egoístas.

   
 

Su temática aborda la rigidez que impide el cambio a  pesar de que se induce a la reflexión para propiciarlo. Éste, es imposible para el protagonista por razones ideológicas, de costumbres o hábitos. La acción externa es mínima.

   
 

Su tono es neutro, busca acumular la tensión hasta un punto límite en que el espectador ve un acontecimiento cotidiano como un fenómeno de proporciones gigantescas y llega a la catarsis. Un ejemplo de ella es: El Jardín de los Cerezos de Antón Chejov.

   
 
   
 

Comedia:

 

Su nombre se deriva del griego komos: festín y ode: canto: canto del festín. Se originó en las ceremonias en honor al dios del vino y la locura: Dionisio.

   
 

El protagonista no pertenece a las clases nobles como en la tragedia, es una persona del pueblo. Su carácter es complejo y en sus inicios está dentro de las  normas establecidas y poco a poco su conducta se aleja de cánones morales o legales hasta convertirse en un trasgresor que merece un castigo, este se concreta en el ridículo como forma de sanción moral. El protagonista representa el compendio de los defectos morales de orden particular o social.  Es castigado con el fin de reafirmar los valores morales, aunque la misma sociedad genera los vicios representados por él, lo persigue con el fin de defender las instituciones.

   
 

La anécdota muestra las causas y los efectos de una conducta inconveniente: En la exposición se presenta la causa, en el nudo se enfrenta  el protagonista con su vicio a la sociedad y en el desenlace se ridiculiza a éste como trasgresor .La comedia es conservadora y moralista.

   
 

El tono de la comedia es jocoso e induce a la risa producida por el reconocimiento de lo que debe ser una conducta social adecuada frente a lo no adecuado: el vicio es representado de manera exagerada para conducir al protagonista al ridículo. El efecto buscado, es el rechazo del vicio, el escarnio y la consecuente vergüenza para el protagonista.

   
 

El error en la comedia está propuesto de manera indirecta, porque el espectador, funge como ente social, que sanciona la falta, aunque, él sabe que puede cometer el mismo error  del protagonista, se defiende mediante la risa. Como ejemplo tememos: Lisístrata de Aristófanes.

   
 
           
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3/4