El muralismo en México pretendía dar a conocer, a través del arte, el ser de lo mexicano, y presentar al mundo lo que es propio de nuestra nación; lo cual impulsó una manifestación cultural nacional que penetró en las raíces de la cultura universal. Cabe aclarar que los muralistas eran conscientes del espíritu y las técnicas de su época, asimismo del compromiso social del arte, lo que generó la posibilidad de crear nuevas formas de expresión.
Era necesario que el arte trascendiera de los conocedores, de los críticos y de las élites, por ello, deja a un lado la expresión del caballete, no porque no fuera valida, sino porque era una manera de llevar el arte al pueblo, con el objeto de que cualquier persona tuviera la oportunidad de vivir el arte. Así, el arte rebasa el mito de que sólo puede ser apreciado y admirado por unos cuantos conocedores. Para los artistas mexicanos, todo ser humano es sensible y puede acercarse, contemplar, leer y conocer de las manifestaciones de quienes pretenden establecer un diálogo visuall con el pintor. No era gratuito que los murales se realizaran en espacios frecuentados por la gente común y corriente, como era el caso de las escuelas, los mercados y edificios de gobierno como ayuntamientos.
La imagen nos presenta el llamado patio grande de San Ildefonso: en él se aprecian murales de José Clemente Orozco. Estos murales, junto con los efectuados por Diego Rivera en el Anfiteatro Simón Bolívar, anexo a este edificio, que albergó a la Escuela Nacional Preparatoria fueron los primeros murales del México posrevolucionario. Tomada de Fernando Benítez, Historia de la ciudad de México, tomo 7.
Los pintores, pensando en la comunicación con su público, presentaron temas en los que la gente común y corriente se sintiera identificada y reflejada como es el caso de las tradiciones propias de los pobladores de nuestro país, enalteciendo y buscando en la historia las raíces milenarias que hicieron que sus hombres fueran como son. Así es como se destacaron las costumbres propias, no sólo de la nación, sino de las regiones. Asimismo, se acentuaron para mostrar con orgullo los tipos étnicos de sus pobladores, su vida cotidiana en el trabajo, en el mercado o cualquier actividad pública.
La cúpula de la Universidad de Guadalajara, pintada por José Clemente Orozco muestra el papel de la educación en el ser humano. Se conocoe como el hombre pentafásico porque nuestra en cada una de sus caras un elemento de la formación y la cultura.