«El reto que enfrenta el PRD es el de preparar, construir y organizar, hasta convertirla en gobierno, la respuesta democrática a la profunda crisis en que el régimen de partido de estado ha sumido al país. Para ello cuenta con el patrimonio histórico de sus afluentes: el de la corriente democrática que, al reivindicar los valores libertarios y nacionalistas, rompió con el PRI en 1987, y las luchas de los movimientos independientes del gobierno por la reivindicación de sus derechos políticos y sociales en las que se desarrolló la izquierda socialista y numerosos ciudadanos sin partidos, así como los mexicanos radicados en el extranjero». |