El leninismo

   
 

 

   
 

Lenin se dedicó al estudio del marxismo y se ocupó de desarrollar aspectos relativos al carácter que asumiría el Estado una vez que triunfase la revolución del proletariado propuesta por Marx; también analizó e interpretó el carácter que tenía el capitalismo al iniciar el siglo XX y las posibilidades de que Rusia encabezara el movimiento revolucionario socialista a nivel mundial. Sus ideas están expuestas en obras como: ¿Qué hacer? (1902), El imperialismo como fase superior del capitalismo (1915) y El Estado y la revolución (1917).

   
 

Lenin (Vladímir Ilich Uliánov) (1870-1924).  En esta pintura, Lenin se dirige al pueblo en 1919, el discurso fue grabado en un gramófono: "Hoy, los trabajadores que han sido leales a la causa zafándose del yugo del capital pueden llamarse comunistas. Por todo el mundo crece la asociación de los comunistas. El poder soviético ya ha triunfado en varios países. Pronto presenciaremos la victoria del comunismo en todo el mundo; presenciaremos la fundación de la República Federada Mundial de Soviets". Tomado de: http://www.socialistrealism.com

   
 

De dichos libros sobresalen las siguientes ideas:

   
 

La concentración de capital conduce a la formación de monopolios económicos con capacidad para influir en los partidos políticos y la opinión pública y controlar el Estado. También propicia que el capitalismo, en su fase imperialista, cuente con los recursos de sus dominios coloniales para pagar más a los trabajadores especializados y sobornarlos, convirtiéndoles en reformadores sociales y no en revolucionarios aplazando, en consecuencia, el derrumbamiento del propio capitalismo.

La revolución socialista debe  llevarse a cabo entre los segmentos inferiores de la clase obrera, pero bajo la dirección de un partido de profesionales de la revolución, dotado de una organización clandestina, fundado en la elección rigurosa de sus miembros, el secreto absoluto y la total obediencia a los dirigentes electos.

Inmediatamente después de la revolución es necesario un reforzamiento del Estado socialista, sin libertades, ni justicia- esta vez al servicio del proletariado, a fin de acabar con el capitalismo y establecer las bases para la constitución de una sociedad comunista, sin distinción de clases y sin Estado.

Una revolución de ese tipo podría comenzar en Rusia, a pesar de ser un país económicamente atrasado, dado que representaba  un eslabón débil en la cadena  del capitalismo internacional que bien podía socavar el capitalismo en Europa y apoyar incluso la lucha de emancipación de las regiones sometidas al yugo colonial e imperialista.

   
 

A partir de 1903, y siguiendo su propio modelo, Lenin organizó la fracción bolchevique que él mismo dirigió. En la Rusia zarista, donde estaba prohibida toda forma de organización política, los promotores de partidos obreros se vieron obligados  a actuar de manera clandestina y fuera de la ley, a ello se atribuye en parte el éxito de las ideas de Lenin en cuanto a la formación de partidos minoritarios de revolucionarios profesionales, en lugar de un partido de masas, similar a los existentes en Europa occidental.

   
 

Como sea, los planteamientos de Lenin, en conjugación con los  del marxismo,  se consolidaron como una doctrina de la toma de poder de parte de los partidos socialistas, siendo una de sus grandes intervenciones en la historia política del siglo XX, la dirección del proceso revolucionario que condujo al establecimiento del régimen socialista ruso en octubre de 1917.

   
 
           
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