Definición y marco histórico

 
 

El liberalismo es una ideología de tipo económico, político y social que privilegia el desarrollo pleno de la libertad personal del individuo y, a partir de éste, el progreso de la sociedad. Sin embargo, y como parte de una contradicción propia de esta doctrina burguesa, hay una tensión fundamental: la esencia individualista del liberalismo que posterga los beneficios sociales, en tanto no se vean satisfechos, primero los intereses particulares.

   
 

Asimismo, el liberalismo pretende transformar la sociedad, instaurar las libertades individuales en contra de los fueros o privilegios corporativos, secularizar la sociedad y restringir la participación gubernamental a través de la representación política y del constitucionalismo o imperio de la ley.

   
 

En términos históricos, los principios ideológicos del liberalismo empezaron a consolidarse durante la Europa barroca del siglo XVII en general, en Inglaterra en particular, donde tuvo lugar el proceso revolucionario liberal por excelencia, The bloodless revolution o La Revolución Gloriosa de 1688 en contra del absolutismo anglosajón, con lo cual apareció el sistema parlamentario que buscaba reemplazar la sociedad medieval compuesta por corporaciones privilegiadas, por otra formada por individuos, y en donde el principio interventor del Estado basado en el orden fuera sustituido por el principio de la libertad.

   
 

En ese ambiente de transformación histórica en el siglo XVIII surgió la Ilustración cuyas fuentes de inspiración ideológica fueron el modelo inglés del liberalismo, el racionalismo filosófico y el pensamiento científico del siglo XVII, por ello uno de sus objetivos principales era arrancar de la mentalidad la ignorancia y la superstición. Como recordarás estos temas se analizaron en la asignatura Estado, democracia y ciudadanía.

   
 

Los primeros síntomas de la inevitable crisis y caída estructural del sistema medieval tardío fueron las revoluciones norteamericana (1775-1783) y francesa (1789-1799) que fortalecieron y propagaron los conceptos liberales de soberanía popular, los derechos del hombre, la igualdad ante la ley, el respeto a la diversidad religiosa, la división tripartita del poder y los derechos políticos.

   
 
           
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