Colonias británicas al norte de América

   
 

La independencia de las trece colonias y las bases políticas del nuevo Estado-nación

   
 

La lucha revolucionaria de los habitantes de las trece colonias fue más que una lucha de independencia contra Inglaterra. Entre 1775 y 1789, las ex colonias lograron establecer las bases políticas que a la postre le permitirían consolidarse como el Estado-nación de mayor desarrollo económico en el continente americano y como un modelo político típico de notable influencia en el siglo XIX, e incluso en el siglo XX.  Dichas bases se articulan sobre todo en torno al constitucionalismo, el federalismo, la representatividad popular, el liberalismo y el papel que comenzaron a tener los partidos políticos.

   
 
 

La formación de Estados Unidos hasta 1914.

   
 

En cuanto al constitucionalismo, concepto que alude al conjunto de principios y de normas que conforman la organización del Estado, los Estados Unidos de América se dieron a la tarea de dejar por escrito los derechos de sus ciudadanos, las garantías necesarias para su ejercicio, y el ordenamiento jurídico con base en el cual se regiría en adelante. Prácticamente todos los estados elaboraron una constitución escrita que definía la estructura y las funciones de su gobierno, incluyendo los derechos y las libertades del pueblo, aun cuando por encima de ellas estaría la Constitución para los Estados Unidos de América. Tanto las constituciones locales como la Constitución federal inauguraron en la historia política contemporánea un grado de control popular sobre el gobierno que era desconocido en él, por lo que representó el momento inicial de un proceso cuya relevancia es precisamente la generalización del constitucionalismo como forma de organización de un Estado y característica distintiva del Estado-nación. Salvo algunas excepciones, todos los países cuentan hoy con su respectiva Constitución.

   
 

La relación entre los gobiernos de cada Estado y el gobierno federal también quedaría regulada por la Constitución bajo la forma del federalismo. Éste, al igual que el constitucionalismo, tiene sus raíces en la experiencia política colonial de Estados Unidos de América y se presenta con connotaciones diversas: como un modelo político-administrativo, una institución, un conjunto de prácticas constitucionales, una ideología. En términos generales, se refiere al arreglo que establece un Estado soberano y que se distingue de otras formas políticas en que el gobierno nacional, central o general se ejerce junto con gobiernos regionales para adoptar políticas conjuntas y decidir soluciones en común acerca de problemas compartidos, sobre una base garantizada constitucionalmente.

 
 

En esta ilustración del siglo XVIII, George Washington está rodeado por los escudos de los 13 estados originales, entrelazados arriba con el escudo de los Estados Unidos de América.

 
   
 

Respecto al  federalismo, durante la transición de la fase confederal de los Estados americanos a la federación, desde la Declaración de independencia del  4 de julio de 1776 hasta 1789, tuvieron gran importancia las aportaciones de Alexander Hamilton y sus colaboradores James Madison y John Hay. A través de sus publicaciones, ellos se declararon a favor de la unión más estrecha de los estados, o de una mayor centralización, para su mejor defensa frente a agresiones exteriores o conflictos entre ellos. Pensaban que esto podía llevarse a cabo sin destruir la identidad o autonomía de los estados. Madison, considerado a menudo “Padre de la Constitución”, incluso afirmó: “El asentimiento y la ratificación [de la Constitución] deben ser otorgados por el pueblo, no como individuos que forman parte de una sola nación, sino como elementos de estados distintos e individuales a los cuales cada uno de ellos pertenece. . . Por tanto, el acto de establecer la Constitución no será nacional, sino federal.”

 
 

Alexander Hamilton, John Jay y James Madison en 1787.autores de El Federalista

 

Portada de El Federalista

 
 

En lo que toca al liberalismo, tomemos en cuenta que Estados Unidos de América se inspiró sobre todo en el ideario de la Ilustración para organizar su gobierno, hecho que se proyecta en su Constitución Política, al reconocer el derecho del  pueblo a elegir su gobierno o a  modificarlo, la representación de dicho pueblo a través del Congreso, la división de poderes, la igualdad jurídica,  la tolerancia religiosa, y otras libertades que ya han sido mencionadas anteriormente.

 

Estatua de la Libertad. Auguste Bartholdi. Esta estatua fue un regalo del pueblo francés en el centenario de la independencia de Estados Unidos, 1876

   
 
           
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