Independencia de Estados Unidos

 

Tema de profundización

   
 

Origen y desarrollo de las colonias británicas al Norte de América: aspectos básicos

   
 

En el desarrollo histórico de la formación de Estados Unidos de América han intervenido distintos grupos étnicos y raciales. Sin embargo, el fundamento de su civilización es de raíz predominantemente inglesa, ya que fueron nativos de Inglaterra quienes establecieron, hacia la segunda mitad del siglo XVI, gran parte de las instituciones políticas, económicas,  sociales y religiosas con base sobre las cuales se constituiría dicho país. En ese contexto hay que entender gran parte de su historia, pero sin olvidar por supuesto el propio contexto de las tierras americanas que ocuparon.

   
 

El Día de Acción de Gracias. La fecha nacional más peculiarmente estadounidense, fue celebrado por primera vez en 1621 por los pobladores de la Colonia de Plymouth.

   
 

Inglaterra había iniciado su política colonialista en América por diversas razones:  el intento de restar poder a la amenazante presencia del reino español, poseedor de extensos dominios territoriales en dicho continente y asegurar, por tanto, su hegemonía internacional; la necesidad de nuevos mercados y centros de abasto de materias primas; la urgencia de resolver problemas sociales  como la sobrepoblación de las ciudades, la mendicidad y el desempleo, que habían sido el resultado de políticas asociadas a la tenencia de la tierra, pues el terrateniente fue autorizado a cercar sus tierras sin ningún derecho para los campesinos que tuvieron que buscar nuevas oportunidades de vida (segunda mitad del siglo XVI) y, por último, la  búsqueda de un medio de escape para los disidentes religiosos que no estaban de acuerdo con la religión de la Corona inglesa.

   
 

El afán conquistador de Inglaterra se justificó con el sentido religioso del protestantismo que había adoptado la Corona. Dicha nación no cesó de argumentar pruebas que supuestamente confirmaban que Dios era protestante e Inglaterra el pueblo elegido. De ahí al racismo no hubo más que un paso. No sólo por sus convicciones religiosas, sino también por creer que pertenecían a una raza pura, defendieron el derecho a conquistar el Nuevo Mundo. Este planteamiento, cabe decirlo, tiene que ver con los supuestos del Destino Manifiesto.

   
 

Con todo, los ingleses arribaron a un territorio que no estaba deshabitado. Por el contrario, al norte de América moraban alrededor de 200 tribus que hablaban más de 50 lenguas y que tenían sus propios niveles de desarrollo. Algunas tribus eran cazadoras - recolectoras, mientras que otras eran sedentarias, guerreras o pacíficas; formaban apenas algunas aldeas compuestas de whighams de corteza vegetal, de tepees de piel, de casas de adobe o por cuevas de piedra. No obstante, y a fuerza de persecuciones y ataques a los indios, los colonos se establecieron y lograron desarrollar estructuras que con el paso del tiempo les permitieron constituirse como una sociedad sólida y autónoma de Inglaterra.

   
 

Veamos dichas estructuras en comparación con las que España estableció en sus dominios, a raíz del descubrimiento de América. Estos aspectos, incluso nos dan una clave para comprender las diferencias que aún prevalecen entre las naciones hispanoamericanas y Estados Unidos de América:

 
 

Benjamín West, El Tratado de Penn con los indios. Los delaware, al parecer, les vendieron la isla de Manhattan en 1626 a los colonos. En 1682, los delaware firmaron un tratado de amistad con el gobernador de Pennsylvania, William Penn.

 
 
 

Los virreyes enviados por la corona española concentraron en su persona funciones ejecutivas, legislativas, judiciales, hacendarias y religiosas, mientras que en las colonias inglesas en Norteamérica los colonos legislaban sobre asuntos locales como el diseño y orientación de las calles

 
   
   
 

COLONIZACIÓN INGLESA

COLONIZACIÓN ESPAÑOLA

 

En las colonias se ejerció un contexto de libertades políticas. Aun cuando los colonos no tenían representantes en el Parlamento, las asambleas locales eran elegidas por los colonos y eran libres de legislar, siempre y cuando no contravinieran  las leyes inglesas.

 

La política centralista y absolutista del monarca español se extendió hasta las colonias.  Las leyes se expedían desde España y ahí mismo se elegía a las autoridades por el poder central monárquico.

Los nuevos territorios fueron considerados establecimientos mercantiles, abastecedores de materias primas, por lo que cada colonia o habitante podía emprender cualquier actividad. Así, al norte y centro  se dio un alto desarrollo basado en la incipiente industria, el comercio, la pesca, la ganadería y la explotación de los bosques. En el sur prevaleció la economía agrícola, de grandes plantaciones,  sustentada en la explotación de la mano de obra esclava.

 

Los territorios fueron considerados una extensión territorial de la Corona  en la cual sólo el rey podía disponer del uso que se le daría. Además, el habitante debía sujetarse a un riguroso sistema de restricciones, monopolios y prohibiciones económicas, acordes con los planteamientos del mercantilismo. Por esa razón, el modo de vida del habitante dependió, en buena medida, de las relaciones que tuviera con la Corona y no de la propiedad de la tierra, como fue el caso del colono inglés.

Por cédula real,  los colonos conservarían sus derechos como ingleses, al igual que sus descendientes.

 

 

La Corona dictó leyes específicas para cada grupo de habitantes: peninsulares, criollos, mestizos, indios y negros. Los hijos de peninsulares  no tendrían los mismos derechos que sus padres si nacían en América.

El  gobierno inglés dio libertad de emigración a toda persona que deseara hacerlo.

 

El paso a América estuvo estrictamente controlado conforme a requisitos establecidos por el gobierno español.

El colono rechazó el mestizaje con los nativos. Inglaterra tenía antecedentes de  colonización en Irlanda donde los nativos no se dejaron someter fácilmente y decidió exterminarlos, alegando que eran salvajes y perezosos. Lo mismo diría más adelante del nativo americano.

 

El español no muestra ningún prejuicio respecto al mestizaje. Incluso aceptó el matrimonio entre peninsular e indio, cosa que el inglés no. El español tenía antecedentes de mestizaje por la invasión de los pueblos bárbaros y más tarde por el dominio árabe al que se sujetó.

La estratificación social no estaba tan rígidamente definida ni era tan inflexible, si bien es verdad que los esclavos y los nativos fueron excluidos de sus libertades y derechos. La posición social dependía principalmente de la fortuna atesorada en América. De esta manera se formaron los grandes comerciantes, dueños de plantaciones,  profesionales prósperos, granjeros, artesanos y arrendatarios, entre otros.

 

Se desarrolló una jerarquía social rígida en la que sólo los blancos  gozaban de los privilegios otorgados por la Corona. La posición del individuo dependía de sus relaciones con la Corona o de sus características raciales.

 

Los habitantes tenían libertad religiosa

 

Los habitantes debían ser católicos

   
 

Como es de suponerse, los habitantes de las trece colonias se desarrollaron libremente y cuando el gobierno inglés quiso imponerles un control estricto, era demasiado tarde. Esto se hizo especialmente evidente al término de la Guerra de Siete años con Francia (1756-1763), cuando la Corona propuso  la aplicación de medidas políticas y económicas que los colonos consideraron como arbitrarias e intolerables. Como respuesta, no sólo demostraron la autonomía y madurez económica y política adquirida, sino también la influencia de las ideas de la Ilustración, a las cuales recurrieron para argumentar y justificar su defensa en contra de las disposiciones del gobierno inglés, proclamar su independencia el 4 de julio de 1776 y organizar al nuevo país.

   
 
           
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