Grupos migratorios presentes en la conquista y colonización

 

 

 

Los procesos de conquista y colonización en América, desde la perspectiva del poblamiento y de las migraciones, pueden dividirse en las siguientes etapas:

 

 

 

1.

Fines del siglo XV y siglo XVI

2.

Siglo XVII

3.

Siglo XVIII

   
 

La primera etapa se subdivide en los siguientes apartados: el dominio de las Antillas (1492-1521), conquista y colonización de México y el área centroamericana (1521-1542), conquista y colonización del Perú y provincias sudamericanas (1524-1600).

   
 

Colón partió de España con la idea de llegar a las Indias (de ahí el nombre que recibieron en un primer momento estas tierras y sus habitantes) y con el propósito de encontrar especias y productos manufacturados de gran valor que le permitirían establecer centros de intercambio comercial, más que colonias de poblamiento. Sin embargo, las tierras encontradas dejaron ver una realidad distinta.

   
 

El oro existente en los ríos de las islas de las Antillas, así como las noticias de que no lejos se encontraban tierras ricas en metales preciosos, con una abundante mano de obra, y la imposibilidad de los aborígenes de comerciar con los europeos, dio un giro en los proyectos de la empresa  exploradora. Se pensó entonces en fundar colonias que explotaran los recursos acuíferos y la mano de obra de los nativos. Es de notar cómo en el segundo viaje el número de naves aumentó de tres a diecisiete, de 120 hombres a 1500 (entre los que se encontraban  militares, clérigos, granjeros y artesanos, notándose la ausencia de mujeres y niños), además de un cargamento de semillas, animales y útiles de labranza y herramientas de trabajo.

   
 

Colón desembarcando en el Nuevo Mundo

Théodore de Bry, fue un grabador de los Países Bajos que emigró a Alemania donde ilustró el libro Los grandes viajes con el propósito de alentar entre ingleses y holandeses los viajes de exploración y colonización hacia América; contrarrestando de esa manera el poderío de España. El grabado es una muestra de cómo imaginaban América y a los americanos en Europa. Su autor nunca visitó este continente. Éste es un ejemplo de cómo una imagen no siempre es un reflejo de la realidad.

   
 

Entre los hombres de la primera ola migratoria, que en muchos casos comandaban las expediciones, se encontraban descendientes de hidalgos, nobles empobrecidos que habían prestado sus servicios a la Corona y eran fieles cristianos. En otras palabras, hombres que habían participado en  la reconquista. Estos personajes representaban el tránsito del Medioevo al Renacimiento, y estaban  interesados en ser dueños de tierras y de siervos que las trabajaran; al mismo tiempo, estaban motivados por la curiosidad y la aventura. Nombres como el de Hernán Cortés, Francisco de Pizarro, Diego de Almagro, son ejemplos de este grupo.

   
 

Exploradores y conquistadores españoles

   
 
 

Regiones exploradas y conquistadas

 

 

 

Participó con Diego Velásquez en la expedición a Cuba (1511–1518).

Comandó exitosamente la conquista de México Tenochtitlán  (1519–1521), lo que le proporcionó enormes propiedades e importantes títulos.

Posteriormente realizó exploraciones en las Hibueras (Centroamérica) y Baja California, donde dio a conocer el mar que lleva su nombre.

 

 

 

Durante sus primeros años en América, acompañó a Vasco Núñez de Balboa en sus viajes a Centroamérica, donde descubrieron el Océano Pacífico. Poco después, junto con Diego de Almagro, Hernando de Luque y Juan Pedrerías Dávila, emprendió la conquista del imperio inca.

Esta empresa le llevó varios años (1524–1531).

 

 

 

Junto con Pizarro y otros importantes personajes, colaboró en la conquista del Perú. En busca de riquezas emprendió una expedición a Chile (1535), pero regresó a Perú y peleó contra Pizarro por el gobierno de Cuzco.

Murió en la batalla de Salinas.

 
 

Participó en la conquista del Perú, motivado por la leyenda de El Dorado.

Recorrió el río Coca en una expedición hasta llegar al Amazonas (1542).

 
 

Expedicionario español que llegó por vez primera a Yucatán (1508) y exploró el rió de la Plata y las costas de Uruguay.

 
 

En busca de riquezas, abandonó el Caribe y se internó en tierras panameñas, donde fundó la primera ciudad en la costa continental, El Darién, y dio a conocer el océano Pacífico (1513).

   
 

A esta primera etapa corresponde la gran crisis demográfica por la que pasó la población del Nuevo Mundo.

   
 

En la actualidad, la Demografía histórica debate acerca del número de la población aborigen existente en América antes de 1492 y su disminución después de la conquista. Algunas de las cifras que se manejan van de 25 a 12 millones de habitantes en la región conocida como Mesoamérica a la llegada de los europeos, y se reduce ésta cifra a 6 millones veinte años después. Igualmente, la población de las islas del Caribe, Santo Domingo y Cuba, fue diezmada a tal punto que la búsqueda de mano de obra motivó las exploraciones de territorios continentales.

   
 

Las estimaciones poblacionales respecto a la región andina parecen sustentarse en testimonios de algunos quipus (sistema de numeración basado en nudos que utilizaban los antiguos quechuas para el control de tributos). Se han hecho cálculos aproximativos de que habitaban en la región del imperio incaico cerca de 9 millones de personas, y que hacia 1570, cuarenta años después de la conquista, la población había descendido a 1.3 millones.  Esta catástrofe poblacional no tiene comparación con lo sucedido en otros continentes (África y Asia). Como sus principales causas, se encuentran  la violencia ejercida durante los enfrentamientos bélicos, la confiscación que se hizo de las tierras productivas de los indígenas, la aplicación de tributos, el cambio de dieta y el contagio de enfermedades (viruela, sarampión, tos ferina y tifus) totalmente desconocidas por el sistema inmunológico de los indígenas. América, aislada geográficamente de otros continentes, representó un callejón sin salida. Desde el punto de vista sociocultural y biológico, no se establecieron contactos con otros pueblos que permitieran, por un lado, enriquecer su bagaje cultural y civilizatorio y, por otro, crear defensas contra las principales enfermedades. De esa manera, los indígenas se enfrentaron a “los asesinos que esos hombres [europeos y negros] traían en su sangre y en su aliento”.

   
   
 
 

Epidemia de viruela. A través de las obras de distintos cronistas y diversos testimonios del siglo XVI se ha tenido noticia de la gran catástrofe demográfica que provocó el virus de la viruela entre la población indígena. A lo largo de dicho siglo se reportan varios episodios de contagio, pero sobre salen las epidemias de los años 1520, 1545 y 1576. La falta de inmunidad al virus, aunada a las hambrunas, explotación y la devastación de la sociedad mexica, provocaron que más de un 70% de la población aborigen se viera diezmada en este periodo (Códice Florentino).

   
 
           
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